Cuidados para niños con EDA

Cuidados en casa para la con Enfermedad Diarreica Aguda

Cuando se tiene en casa un niño o niña con Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) es muy importante seguir ciertas recomendaciones para controlar los síntomas, evitar complicaciones y acelerar su recuperación.

Recomendaciones

A continuación, se describen algunos consejos y cuidados que debe tener en cuenta:

Hidratación

La hidratación es la medida más importante en el manejo de la EDA. La diarrea puede hacer que el niño pierda una gran cantidad de líquidos, lo que puede llevar a la deshidratación. Es esencial que el niño tome líquidos que sustituyan los electrolitos perdidos. La OMS recomienda las soluciones de rehidratación oral, en lugar de bebidas deportivas, gaseosas y otras bebidas carbonatadas.¹

Manejo de la dieta

• Según la edad del niño, se recomienda continuar con su alimentación habitual durante la EDA: leche materna, fórmula láctea y sólidos, según el caso.²
• Es aconsejable suspender los alimentos que contienen azúcar, como helados, jugos industrializados y gaseosas, así como evitar el exceso de lácteos.^{2, 3} 
• En ningún caso es recomendable el ayuno prolongado en casos de EDA.²
• En niños entre seis meses y cinco años se aconseja el aporte de alimentos ricos en carbohidratos complejos, como yuca, plátano, papa o maíz, y de carnes magras, pescado y huevo. ²
• Si desea acceder  a un plan de alimentación completo para niños menores de 6 años con EDA descargue y Lea el siguiente recetario:

Higiene

es imprescindible mantener unos buenos hábitos de higiene con el fin de evitar la propagación de virus, bacterias y parásitos que pueden agravar la enfermedad del niño. Se deben lavar bien las manos antes y después de atenderlo y luego de ir al baño. Asimismo, se deben lavar bien los alimentos, utensilios y superficies que estén en contacto con el niño.^{3, 4}

Uso de Medicamentos

Utilice solo los recomendados por su pediatra.

Supervisión de los síntomas

Por lo general, la EDA en niños desaparece en un par de días. Sin embargo, el niño debe estar supervisado de cerca para detectar síntomas de gravedad o signos de deshidratación como ojos hundidos, sequedad en la boca, zona blanda de la parte superior de la cabeza hundida, presencia de sed, llanto sin lágrimas, menos orina, reducción del estado de alerta y menos actividad.^{2, 3}Si detecta alguno de estos síntomas consulte con su pediatra.