¿Cómo se diagnostica la depresión?
Todas las personas se sienten tristes o decaídas de vez en cuando, pero estos sentimientos suelen desaparecer en poco tiempo. La depresión, también llamada “depresión clínica” o “trastorno depresivo mayor” es diferente. En este artículo te hablaremos de como diagnosticar la depresión.
Para diagnosticar depresión a una persona, esta debe presentar cinco síntomas de la enfermedad todos los días, casi todo el día, por lo menos durante dos semanas. Uno de los síntomas debe ser un estado de ánimo depresivo o la pérdida de interés o placer en casi todas las actividades.
Es posible que los niños y los adolescentes se muestren irritables en lugar de tristes.
Si cree que es posible que usted tenga depresión, hable con su médico. Los médicos de atención primaria diagnostican y tratan de manera rutinaria la depresión y refieren a las personas a profesionales de salud mental, como psicólogos o psiquiatras.
Durante la consulta, su médico puede preguntarle cuándo empezaron sus síntomas, cuánto duran, con qué frecuencia ocurren y si no le permiten salir o hacer sus actividades habituales.
Puede ser útil tomar notas sobre sus síntomas antes de la consulta. Algunos medicamentos y ciertas afecciones, como un virus o un trastorno de la tiroides, pueden ocasionar los mismos síntomas de la depresión.
Su proveedor de atención médica puede descartar estas posibilidades al realizar un examen físico y una entrevista, y al ordenar pruebas de laboratorio.
Obtenga consejos para ayudarle a prepararse y aprovechar al máximo su consulta médica en www.nimh.nih.gov/consejosparahablar.
¿Es igual la depresión en todas las personas?
La depresión puede afectar a las personas de diferentes maneras, según su edad.
Los niños con depresión pueden mostrarse ansiosos, malhumorados, fingir estar enfermos, negarse a ir a la escuela, aferrarse a sus padres o preocuparse de que uno de ellos fallezca.
Los niños más grandes y los adolescentes con depresión pueden tener problemas en la escuela o una baja autoestima o pueden estar callados, frustrarse fácilmente o sentirse intranquilos.
También pueden tener síntomas de otros trastornos, como ansiedad y trastornos de la alimentación, déficit de atención con hiperactividad, o consumo de drogas.
Los niños más grandes y adolescentes tienen una mayor probabilidad de sufrir de somnolencia excesiva (llamada hipersomnia) y un mayor apetito (llamado hiperfagia).
En la adolescencia, las niñas comienzan a tener depresión con mayor frecuencia que los niños. Es posible que esto se deba a factores biológicos, hormonales y de ciclo vital que son únicos en las mujeres.
Los adultos jóvenes con depresión tienen una mayor probabilidad de estar irritables, quejarse de haber aumentado de peso y tener hipersomnia, así como tener una perspectiva negativa sobre la vida y el futuro. A menudo, estas personas tienen otros trastornos, como ansiedad generalizada, fobia social (Trastorno mental crónico en el que las interacciones sociales causan una ansiedad irracional), trastorno de pánico y consumo de drogas.
Los adultos de mediana edad con depresión sufren más episodios depresivos, su libido (Deseo sexual, energía mental o emoción relacionadas con el sexo) se reduce, tienen insomnio a mitad de la noche o se despiertan en la madrugada. Es posible que también mencionen con mayor frecuencia que tienen síntomas gastrointestinales, como diarrea o estreñimiento.
A menudo, los adultos mayores con depresión sufren de tristeza o aflicción, o pueden tener síntomas menos evidentes. Pueden informar que sienten una carencia de emociones, en lugar de un estado de ánimo depresivo. Además, las personas mayores tienen una mayor probabilidad de presentar otras afecciones de salud o dolores que pueden causar o contribuir a la depresión.
En casos graves, pueden ser notables los problemas de memoria y razonamiento (llamados pseudodemencia).
Referencias:
- Depresión, publicación es de dominio público elaborada por NIMH, para mayor información consulte el siguiente documento: Depresión (1,5mb)